Cómo saber de quién va a cargo una reparación
En proporción a la parte de la vivienda que por estar en reparaciones no ha podido ser utilizada por el inquilino. En la jurisprudencia se emplea un principio rector para gestionar las dudas que tienen que ver con las reparaciones urgentes de las casas en alquiler. Es el principio de la presunción de culpa del arrendatario, ya que él es el ocupante de la vivienda y por consiguiente, quien la utiliza. En el momento en que esto ocurre, tanto el dueño como el inquilino tienen que respetar las cláusulas establecidos y someterse a los pactos establecidos en el contrato. En términos generales, el dueño de la vivienda, arrendatario, está obligado a mantener la vivienda en condiciones de habitabilidad. Si esta vía no da resultado, el portal inmobiliario Fotocasa aconseja entrar en contacto con el administrador de fincas para mediar en el conflicto.
A) Serán a cargo del arrendador las reparaciones urgentes primordiales para preservar la vivienda en perfectas condiciones de habitabilidad para servir al empleo convenido. En primer lugar, si la avería que sufre el aparato necesita su substitución, los jueces determinan que esta ha de ser pagada por el dueño de la vivienda. Una decisión que tiene lógica, especialmente, si se tiene en cuenta que el electrodoméstico se va a quedar en la vivienda aunque haya cambio de inquilino. En la situacion enjuiciado, el casero, en virtud de que el contrato de alquiler establecía que la limpieza y mantenimiento de los electrodomésticos correspondía al arrendatario, trató de que fuera él quien costeara la sustitución de la lavadora cuando esta quedó inservible. Los magistrados rechazaron su intención argumentando que el cuidado en ningún caso puede equipararse con la sustitución. Por su parte, Yamcode.com el arrendatario tiene la obligación, así como se señala en el producto 21.3.
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Viviendas que urge vender desde 30.000 euros
Considerablemente más bien difícil de precisar resulta el concepto de "pequeñas reparaciones", determinante para resolver qué debe abonar el inquilino. Generalmente, los jueces admiten que se trata de arreglos puntuales en elementos tales como grifos, puertas y ventanas, enchufes o interruptores, o electrodomésticos, siempre y cuando la intervención tenga un precio reducido (menos de unos 200 euros). Una indemnización por obras en el alquiler se refiere a la compensación económica que un dueño debe dar a su inquilino debido a las incomodidades causadas por la realización de proyectos en la propiedad alquilada. Esta compensación debe integrar aquellos gastos que el arrendatario ha permitido gracias a la actuación, como la necesidad de buscar un hospedaje alternativo si el piso se volvió inhabitable a lo largo de las reformas.
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Prácticamente en toda situación corresponderá al inquilino asumir los posibles costos de reparación. Las averías que se pueden producir en una puerta suelen tener que ver con los mandos (manivelas), la cerradura o el bombín; y se trata, siempre y en todo momento, de intervenciones de poco calado. En un caso así, además de esto, al tratarse de un cambio de cerradura, será preciso avisar al dueño lo ocurrido. Aclarar qué costos debe satisfacer el arrendatario en un apartamento de alquiler es un tema vital. De hecho, es común que broten discusiones al saber qué desembolso ha de ser compromiso de cada una de las partes involucradas.
¿Es obligación del inquilino soportar las obras que el propietario deba realizar para el mantenimiento de la vivienda?
Dicho precepto establece que el casero tiene la obligación de efectuar, "sin derecho a subir por este motivo la renta, todas las reparaciones urgentes que sean primordiales para preservar la vivienda en las condiciones de habitabilidad para servir al empleo convenido". Eso sí, antes, la regla necesita al inquilino que comunique al propietario, "en el plazo más breve posible", la necesidad de la reparación. A veces en alguna cláusula de los contratos de arrendamiento de vivienda se hace constar expresamente una sucesión de elementos o desperfectos que se consideran «pequeñas reparaciones urgentes» y que han de ser reparados y costeados por el inquilino. En la mayoría de los casos, el arrendatario está obligado a cubrir el coste de los recursos (agua, electricidad, gas, etcétera.), como establece la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU). Estos costos tienen la posibilidad de incluirse en el precio del alquiler o abonarse por separado, dependiendo de lo que se haya pactado en el contrato. No obstante, es compromiso del dueño asegurar que la vivienda esté en condiciones de habitabilidad, lo que incluye efectuar las reparaciones urgentes primordiales debidas al desgaste natural de la propiedad.